Existen diversas causas por las que pinchamos un patinete eléctrico: cristales, clavos, cubierta desgastada, etc. Aunque la principal de todas ellas es una deficiente presión de inflado de la cámara.
La gran mayoría de patinetes eléctricos se montan con una rueda compuesta de llanta, cámara y neumático. Este es el mismo sistema que se utiliza en las bicicletas convencionales.
La rigidez del conjunto de la rueda la proporciona principalmente la presión de inflado de la cámara. Aunque la estructura de fabricación del neumático también tiene su aportación correspondiente.
La conducción del patinete eléctrico viene influenciada directamente por la rigidez de la rueda. A menor rigidez, menor presión de inflado de la cámara. Mayor capacidad de absorción de irregularidades del suelo y mayor superficie de contacto con la calzada.
Con esto obtenemos un mayor agarre, aunque con un mayor consumo de batería asociado y un mayor riesgo de pinchazo. Añadido a un desgaste prematuro de la cámara al facilitar la rotación de la cubierta sobre la llanta.
Efectivamente, una presión de inflado insuficiente, incrementa notablemente el riesgo de pinchar. Pellizcando la cámara con la llanta al pasar por encima de alguna irregularidad del terreno notoria, por ejemplo, un bordillo o un agujero que no hemos podido evitar.
La presión de inflado, está limitada por las características de diseño de la cubierta o neumático montado en la rueda. En el caso del neumático de serie en el patinete eléctrico Xiaomi M365, la presión máxima de inflado es de 50 PSI (3,50 bar). Una presión de inflado superior a 3,50 bar no está garantizado que sea soportada por la estructura del neumático. Puede provocar un reventón del conjunto. Además, una presión de inflado tan elevada proporcionaría una conducción muy “rígida” del patinete.
Para disminuir notablemente el riesgo de pinchar la cámara de tu patinete eléctrico, es indispensable controlar la presión de inflado de las ruedas de forma asidua. Cada 4-5 días). Dicha presión de inflado, es recomendable que esté entre 3,00 y 3,50 bar, minimizando así la probabilidad del pinchazo.